En la Voz de Asturias de hoy aparece un reportaje de Ainhoa Palacio sobre «Dos de los bibliotecarios que quedan en el paro el jueves…»
Profesionales por el libro
Dos de los bibliotecarios que quedan en el paro el jueves explican su experiencia en la red local.
Chelo Veiga lleva 17 años fomentando el hábito de lectura de medio Ventanielles y Guillermo Carvajal atiende a los universitarios en Vetusta desde hace casi una década. Son dos de los bibliotecarios de la red municipal que el próximo miércoles, día 30, dejarán de serlo y que empezarán mayo en el paro tras la decisión del equipo de gobierno local de rescindir sus contratos y modificar el sistema de bibliotecas que reduce personal.
Y en estos últimos días hay «sensación de tristeza, más por la gente que por nosotros», admiten. Ambos son licenciados en Geografía y se pusieron al frente de una biblioteca casi por casualidad. Guillermo colaboraba en labores de catalogación y Chelo, antes de licenciarse en Biblioteconomía «pidiendo vacaciones para ir a los exámenes», hizo un curso a través del INEM. Ella fue una de las pioneras en la red.
Chelo trabaja con 20.000 fondos en un espacio que el ayuntamiento acaba de remodelar y Guillermo con casi 3.500 porque la suya no es una biblioteca al uso: cuenta con libros de referencia de todas las carreras de en Oviedo, principalmente de Medicina y Derecho. Tiene 3.427 fondos según la web municipal, hay un espacio para la literatura y «evidentemente los préstamos son menores porque la mayoría de consultas se hacen en el propio centro».
La biblioteca donde trabaja Chelo Veiga –la de Ventanielles– es pionera porque «fue la primera en Asturias en tener una bebeteca», cuenta con un blog para adolescentes y otro para universitarios, tres clubs de lectura, salidas organizadas… Y ella participa en todas, actividades que han ido aumentando con los años. «Esos son los mayores cambios» aunque desde enero «tampoco podemos ocuparnos de los fondos«, explica Guillermo, algo que creen que va en detrimento del servicio público.
Pese a la situación laboral en la que se quedan, la mayor preocupación de ambos es el servicio y la atención a los usuarios. «Yo solo pido que venga alguien que crea en la función social y siga adelante con todos los proyectos», admite Chelo, pero Guillermo es más tajante: «Espero y supongo que la persona que se vaya a ocupar tenga experiencia y sepa llevarlo igual o mejor que yo». El futuro es incierto pero Guillermo prefiere no preocuparse mucho y Chelo preparará «otra oposición porque yo no soy de quedarme en casa». «Que sea un centro vivo y siga trabajando por el barrio aunque ya no esté», pide Chelo.
A los dos les costó «mucho» denunciar al ayuntamiento pero «no nos dejaron otra salida, porque era eso o quedarnos en la calle» admite Guillermo, que una vez se formó la plataforma social se decidió a denunciar su historia a través de su web www.labrujulaverde.com. Y comenzaron a llegar mensajes de solidaridad procedentes «de todo el mundo».
En España su llamada encontró apoyos en Murcia y Galicia, donde los bibliotecarios viven situaciones parecidas «pero de momento siguen con trabajo». Pero también de «Venezuela, Argentina y hasta Hong Kong».
En el día a día, las muestras de apoyo se suceden en Ventanielles. A Chelo la paran por la calle, los usuarios más pequeños le piden que no se marche y los compañeros de su hijo le preguntan «en mitad de clase» si «es cierto que me despiden después de tantos años».
A la toma de experiencias
Ambos son dos enamorados de su profesión. Cuando se van de vacaciones desconectan a medias. Los dos admiten «visitar otras bibliotecas» durante su descanso «para copiar las mejores ideas o ver cómo están organizadas».
A Chelo le impresionaron «las de Dinamarca y Noruega» y a trasladado algunas ideas a la suya de Ventanielles; Guillermo se queda con la Nacional y «las de los pueblos, porque están muy bien estructuradas». Parte de su tiempo libre lo dedican al trabajo, leyendo «una media diaria de tres horas» y no solo a sus lecturas propias: «libros de formación, para preparar los cursillos» en el caso de Chelo y para saber qué material podría completar los fondos, en el caso de Guillermo.
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